Desde que tengo conciencia musical, y
habiendo vivido una maravillosa infancia en un apartamento de Palo Verde han
habido dos constantes en mi vida: la primera ha sido el gusto por "la
música rara", o al menos es como la percibía de niño. Digo no es común
escuchar a Silvio Rodríguez y a Queen al mismo tiempo que pasas 6 horas jugando
Nintendo diariamente. La segunda es una hipersensibilidad que hoy en día solo
puedo describir como un arma de doble filo. No pretendo hacer de esto un
escrito sobre mí, pero es importante recalcar eso para establecer el punto.
Ya mudado a Guarenas, a los 8 años, me
encontré en una situación donde conseguir música no solo era complicado por mi
edad, sino también por lo remota que era esa futura "ciudad satélite"
de la capital; así que por mucho tiempo me refugié en lo poco que podía ver por
cable y en lo que mi madre y padrastro me enseñaron. La razón por la que
explico esto es sencillamente un planteamiento: no sé si esa música me marcó
tanto porque era buena, o porque era lo único que tenía a la mano y repetía
incesantemente durante esos años.
Lo único que sí se - ya de grande - es
que esas bandas - Uriah Heep, King Crimsom, Gentle Giant, Led Zeppelin -
tuvieron el poder suficiente para afectar a un niño con sus melodías, con sus
bombos y sus guitarras, con ese sentido de inmediatez, incluso en sus canciones
más complicadas. Eso es algo que en mi sincera opinión creo se ha perdido últimamente,
sin ánimos de generalizar mucho. Y no estoy diciendo que solo las bandas de ésa
época fueron las luminarias e insuperables, yo también caí en Black flag, en
Fugazi, Jesus and mary Chain, Atd- i, Mineral. Todas, desde lo más "early
emo" hasta el extremo crust y shoegazer, es decir "la música
rara" de nuestra adolescencia internauta -porque antes de internet todo
era un gran "Guarenas" musical -, y es precisamente por esa
hipersensibilidad que padezco que pude apreciarlas, porque hay algo en común
con todos los ejemplos anteriores: era música muy honesta.
Mi pequeña molestia es con la forma
actual en que nos presentan mucha de la música independiente, desde la
producción sintética de algunas bandas, hasta el "hype";carajo, el
"hype" sí que lo es todo hoy en día, es más grande que la música del
grupo en muchos casos, no lo digo por desacreditar, pero hay claramente una
visión algo distorsionada al momento de presentar propuestas.
Hablo
de la música independiente porque decir que el "hype" es algo nuevo
en la industria es ridículo, y porque estoy seguro que Brian Epstein saldría de
la tumba a darme unas manos. Pongamos un ejemplo: una banda de hoy saca un
disco que, en su completa inocencia, cambia de alguna forma el paradigma
cultural, y gracias a ello abre puertas a otras propuesta que tal vez no
hubiesen sido escuchadas en el momento, todo bien allí. Ahora, por
consecuencia, la nueva tendencia va a jalar a muchos proyectos que solo siguen
tal línea y que no necesariamente están muy enfocados en la honestidad de su
música, esto también es válido y se ha repetido mil veces, en todas las épocas
y en todos los lugares.
El detalle está cuando las plataformas -
medios, management, etc - por conservar esa línea, sea por intereses, por
negocio, o por fregar , sobre estimulan a la audiencia con "las bandas
consecuentes" que mencioné antes; se crea esta especie de "pedestal
mediático" que muchas veces me resulta bastante perturbador en muchos
sentidos, primero porque no dejan que esos grupos encuentren de verdad una voz
propia, cosa que se logra tocando, pelándose, pasando malos ratos, es decir,
conviviendo a lo "DIY " (Do It Yourself) ,creciendo junto a tus
"bandmates". Segundo porque hasta la audiencia más abierta ,es en un
cierto nivel programada a solo seguir esa línea e irónicamente se cierran a
proyectos diferentes, a más "música rara" la cual sigue abundando
afortunadamente.
Esto pasa tanto en casos como
"Pitchfork", como en blogs y radios nacionales. Todo el mundo ama a
Battles - incluyéndome- pero, ¿quién habla de Gentle Giant?, cuyas
composiciones casi épicas y muchas veces complicadas igual no dejaban de hacer
sentir que era algo sin esfuerzo y orgánico. Todo el mundo habló de "Será
" de La Vida Bohéme - Un buen y muy arriesgado disco - pero ¿quién habla
del Quinto Aguacate?, ¿Laberinto?, es más, ¿quién habla del grupo Sietecueros?
con ese joven Yordano haciendo salsa cósmica.
Todas las bandas que mencioné, hacen o
hicieron su "música rara", su música honesta, pero joder, cuando
escucho etiquetas como "afro indie", y me doy cuenta que Animal
Collective y Vampire Weekend se han influenciado de mucha música de esta
región, me planteo el por qué simplemente no intentamos un poco conocernos a
nosotros mismos y pensar más en usar el lenguaje musical en su expresión más
pura, ingenua, libre y situacional, que en el bendito "hype"; digo
situacional porque creo fervientemente en que la música está condicionada por
el lugar, la ciudad, el país donde vives, y esto para nada significa que porque
seas venezolano vas a tocar cuatro y maraca, pero tampoco quiere decir - y
citando a mi mejor amigo - que "vas a ir a enseñarle rock a los gringos y
europeos".
Todo conlleva a la siguiente reflexión: haz y escucha la música que identifique tu verdadera esencia, si eres músico,
estudia, prepárate, pero también aprende a escuchar y asimilar, saber leer un
pentagrama y ser el maestro de la armonía no es escuchar; si eres oyente,
cuestiona tus gustos, cuestiona lo que te presentan, así como te cuestionas a
ti mismo en este viaje que es la vida.
Yo no soy ningún experto musical o un
gran intelectual y eso es algo que está lejísimo de ser mi prioridad, solo soy
una persona que siente lo que escucha y aprecia mucho más la inteligencia
emocional que las fórmulas, porque soy un idealista sin remedio.
En fin, esto se extendió más de la
cuenta, espero que alguna fibra les toque, todo con mucho cariño, siempre.
PD: Pueden hacer un "Drinking
Game" al leer esto con todas las veces que escribí "Hype"
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